El llamado a la acción colectiva se extendió desde el principio hasta el final del Foro Impulso NOA, que se realizó ayer en el hotel Hilton, en la Capital. Javier García Moritán, director ejecutivo del Grupo de Fundaciones y Empresas (GDFE), fue el primero en plantear, como mensaje central hacia las empresas, la necesidad de alinear los esfuerzos, las capacidades y los recursos hacia una misión común. “Supone dejar de preguntarnos cómo me siento. Se trata de pasar de pensar primero en qué es lo que yo quiero, a responder a la pregunta: ¿qué es lo que se necesita?”.

Luego, Vanesa Vázquez, de Cervecería y Maltería Quilmes, y Natalia Mazzei, influencer ambiental (Eco Intensa), se sumaron a la misma línea de pensamiento, al destacar que la sostenibilidad va más allá de los esfuerzos individuales.

García Moritán abrió la jornada, organizada por la Fundación León y la Fundación del Tucumán, y presentada por LA GACETA, con una dura crítica sobre el presente. Señaló que estamos viviendo en un contexto de “tensión”, en un marco de “desencuentro, polarización y fragmentación”, y que ello lleva a la “exaltación individual”. “Nos replegamos”, dijo el especialista, quien también hizo un foco en la exigencia dentro de las instituciones y personal.

A pesar de ese planteo, el expositor hizo una pregunta que encontró eco en las decenas de personas, representantes de distintas empresas tucumanas, que participaron en Impulso NOA: “¿Nos realizamos más cuando ponemos nuestros dones al servicio de un otro que cuando buscamos el propio provecho?”. La respuesta afirmativa de la audiencia sustentó su planteamiento central: “No sirve que nos quedemos satisfechos con la idea de que cada uno de nosotros individualmente haga lo mejor de sí. Si sostenemos el espíritu o el propósito organizacional genuino, ¿cuál es el próximo estadio que se nos requiere? La acción colectiva”.

ALIANZAS ESTRATÉGICAS. Las autoridades de las fundaciones del Tucumán y León posan, tras el Foro “Impulso NOA”, presentado por LA GACETA.

García Moritán enfatizó que la acción colectiva requiere un cambio de enfoque: “La acción colectiva supone dejar de preguntarnos qué es lo que yo quiero o cómo siento yo que quiero colaborar. Se trata de pensar antes de qué es lo que yo quiero, responder a la pregunta de qué es lo que se necesita”. Para ilustrar este punto, citó ejemplos como la Misión Apolo y la transformación de Medellín, que “redujo esa tasa de criminalidad en un 96,3%”.

“No estamos cuestionando que las empresas ganen dinero. Me estoy preguntando si al realizarnos como personas, ¿de algún modo misterioso asumimos que las personas jurídicas puedan realizarse en la maximización, en la mayor eficiencia en la búsqueda del lucro? Las empresas pueden ser rentables, y eso está bien. La pregunta es: ¿la maximización del beneficio es el fin último de una compañía?”, subrayó, y desafió: “Es hora de repensar un capitalismo más humano”.

La sostenibilidad

Vanesa Vázquez presentó el proyecto social “Gauchada”. La gerente de Impacto Positivo de la compañía cervecera, explicó que la iniciativa nació de la necesidad de “fortalecer, mejorar la gestión de las organizaciones” de la sociedad civil, un desafío identificado tras un año y medio de trabajo de campo. “Gauchada” es el “primer negocio social de Cervecería y Maltería Quilmes” y su objetivo es que las ganancias se reinviertan para “generar un impacto en la comunidad”. “Trabajamos durante un año y medio con organizaciones de la sociedad civil para entender las necesidades de las comunidades, como también los desafíos y dificultades”, expresó la directiva, quien enumeró distintas iniciativas, como talleres y formación.

Foro Impulso NOA: reconocimiento a “Empresas que transforman”

Vázquez subrayó que el proyecto es un ejemplo de cómo “hackeamos la manera de hacer impacto social desde nuestra compañía”. “Nos sentamos con el área de finanzas y hablamos de la forma de pensar las ganancias, o con legales para reinvertirlas”, expresó, la hacer referencia al proyecto de cebada. Al finalizar, la ejecutiva destacó que su meta es que este modelo sea “sostenible de manera autónoma”, ya que “el éxito de este negocio va a ser el éxito de la comunidad”.

Consumo

La jornada concluyó con la intervención de Natalia Mazzei, creadora de EcoIntensa, una cuenta de redes sociales. Desde su rol de “eco influencer”, Mazzei invitó a la audiencia a cuestionar sus hábitos de consumo. “¿Realmente necesito esto que deseo comprar?”, preguntó, planteando la posibilidad de comprar productos usado o compartir objetos.

Mazzei presentó el concepto del triple impacto: modelo de negocio que busca de manera positiva ese impacto no solo a nivel económico, sino también social y ambiental. “Lo más importante es tratar de minimizar el daño ambiental que se genera”, afirmó, abogando por la circularidad y productos de calidad que no estén sujetos a la “obsolescencia programada”.

Planteó como debate el “greenwashing”, es decir, la implementación de prácticas engañosas, a través de las cuales las empresas o marcas dan una imagen falsa de ser sostenible o amigables con el ambiente, sin que sus acciones o productos realmente respalden esas acciones.

Aliados: un impulso que nació en noviembre

Federico Díaz Marino y Alberto Núñez, directores ejecutivos de las fundaciones León y del Tucumán, respectivamente, abrieron la jornada relatando cómo surgió “Impulso NOA”. Se trata de una iniciativa propiciada desde noviembre del año pasado cuando ambas entidades delinearon las bases para hablar de empresas sustentables. Así, ambas instituciones se constituyeron en aliados estratégicos que convirtieron de un hecho casual en acciones causales para potenciar a todas aquellas empresas que quieran generar una transformación social.